La baquelita, un plástico sintético moldeado en caliente, produce un material duro, resistente al calor, a la electricidad y a los solventes una vez enfriado. Su aplicación como aislante eléctrico, lo hace perfecto para productos desde los mangos de paraguas, hasta el sector del automóvil o tecnológico.
Una de las piezas que actualmente realizamos con este material son los interruptores eléctricos.
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